‘Sabates noves’ de la compañía Tian Gombau-L’Home Dibuixat, abre el COS

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Quién no recuerda la expectación ante un regalo, la espera hasta la llegada del día deseado. La ilusión casi incontenida de rasgar el papel, abrir el paquete y estrenar. Un sentimiento que parece que ha dejado de existir, fruto de la inmediatez, del aquí y del ahora. Una emoción que Tian Gombau llevó este sábado  al escenario del Bravium Teatre de Reus, con un espectáculo que abrió la XXII edición del Festival Internacional de Moviment i Teatre Gestual (COS). El regalo eran unos zapatos. La obra, Sabates noves.

¿Son los niños de ahora felices con unos zapatos nuevos? Tracalet sí lo es y mucho. 
Tracalet tiene una caja, dentro de ella un pastisset y se irá al río a comérselo. Pero antes debe pasar por Cal Totxo, por Cal música, por el cañaveral y las arenas movedizas». ¿Lo conseguirá? Sin pensar, con paso ágil y feliz, se dirige raudo hacia su destino. «Con el director y dramaturgo Jordi Palet vimos que tal como vamos creciendo van cambiando las tallas, un poco como el recorrido que hacemos en la vida. Primero gastamos una pequeña, después la mediana hasta que llegas a la de adulto. Y sirve como metáfora, sobre todo en una lectura enfocada para adultos», explica Tian, que es la primera vez que actúa en el certamen. 

Para los niños es una intrépida aventura. En el Bravium Teatre no se oía respirar ni a uno de ellos. Tal como les pidió Tian antes del espectáculo, se guardaron las palabras en el bolsillo y siguieron de cerca el viaje del títere desde la ciudad. Zapatitos que casi volaban por el escenario. Primero llegó a Cal Totxo, a quien no le gustaban demasiado los niños. Pero Totxo estaba durmiendo, por lo que el peligro fue inexistente. Después a Cal música, que también superó. Allí se desplegaron las teclas de un elegante piano sobre el que un barco cogía altas olas como si de un surfista se tratara. Después el cañaveral y las arenas movedizas. En su periplo, Tracalet irá descubriendo el mundo acompañado del croar de las ranas y el canto de los pájaros, el río y su melodía.

Una tradición real
Sin embargo, los problemas se inician a la vuelta. Tracalet oye una campanada, dos, tres… Y así hasta siete. Se hace de noche y debe apresurarse. Pero el señor Totxo ya no duerme. Y es toda una amenaza… «Son las experiencias del pequeño personaje y de alguna manera son las que nos hacen crecer a todos en esta vida. Y en muchas ocasiones si no le pasan a uno personalmente, no se aprende», señala Tian Gombau.

El origen de Sabates noves radica en una tradición de Vinaròs. «El 25 de noviembre se celebra Santa Catalina. Cuando yo era xicotet estrenábamos zapatos nuevos. Entonces, en la caja que los contenía y que quedaba vacía poníamos un pastisset, que está hecho de merengue, una galleta y encima, una cereza». Y de esta guisa se iban al río todos los niños y niñas con la familia.

Tian Gombau llega al corazón de los pequeños espectadores con un sencillo pero cálido escenario. Unas cuantas cajas, que representan la ciudad que queda atrás. Y las andanzas de Tracalet con esos primeros zapatos, que más de un padre y una madre guardan como un bien preciado. «De hecho, el primer prototipo de títere se hizo con los del hijo de Jordi Palet, que en aquel momento tenía unos cuatro años», revela Tian.

Sabates noves finaliza con zapatos de adulto, que se proponen realizar el mismo recorrido que Tracalet. Pero ya no son ágiles. Tampoco tienen la misma ilusión. Unos zapatos que se calza sin problema Tian. ¿Iba descalzo? ¿Alguien lo había notado? El auditorio estaba absorto en el devenir del títere.  

Sabates noves, una pequeña joya de paz, 35 minutos de quietud que fueron un bálsamo en momentos convulsos.